lunes, 8 de febrero de 2016

Reseña y Análisis de “Amores Perros”

Escrito por: Nicolas León (2015)
Corregido por: Pilar Cantella de León
http://www.imdb.com/title/tt0245712/
Póster oficial de la película
Mario Vargas Llosa define las novelas totales como obras literarias que  “[a]barcan la realidad […] en su nivel histórico, en su nivel social [y] en su nivel instintivo [y] que ambicionan abrazar una realidad en todas sus fases [y] en todas sus manifestaciones.” (Harss, 1966) Aunque esta definición se refiera a las novelas, las películas también pueden llegar a ser obras totalizantes. Tal es el caso de la ópera prima de Alejandro González Iñárritu, que utiliza diferentes recursos y técnicas cinematográficas para retratar la urbe mexicana en su totalidad.

La película “Amores Perros”, escrita por Guillermo Arriaga, trata sobre tres historias de violencia, miedo, ilegalidad, pobreza y amor en la urbe mexicana actual. Aunque los personajes de las historias no se conocen, todas se unen a partir de un accidente automovilístico. La película fue estrenada en el año 2000 y ganó el premio de la crítica del festival Cannes, ese mismo año.

Resumen

En la primera historia, Octavio (Gael García Bernal) busca ahorrar suficiente dinero apostando en peleas de perros clandestinas para escapar de la ciudad con Susana, la esposa de su hermano mayor y de quien se ha enamorado. En la segunda historia Daniel, un importante empresario, abandona a su familia para convivir con Valeria, una modelo de éxito, en un departamento que estrenan juntos donde el perro de Valeria cae en un hoyo y se queda atorado en el piso falso. Progresivamente Valeria (Goya Toledo),  se desespera y frustra porque una herida de gravedad en su pierna le impide salvar a su mascota y retomar su carrera como modelo. La última historia es protagonizada por el Chivo (Emilio Echevarría). Después de abandonar a su familia para volverse guerrillero y de cumplir condena en la cárcel, el Chivo vuelve a la ciudad donde vive Maru, su hija. Asesina a personas por dinero para dárselo más tarde a Maru, que acaba de perder a su madre. Las tres historias están entrelazadas no solo por el accidente automovilístico, sino también por el amor a sus mascotas Coffe, Richie y Negro, que acompañan a sus dueños “en las buenas y en las malas”.

Vestuario y decoración

https://cinemainside.wordpress.com/2012/03/19/alejandro-gonzalez-inarritu-el-hombre-de-la-trilogia-imposible/
El director: Alejandro G. Iñárritu
La película recrea de manera totalizadora las diferentes clases sociales y sus relaciones en la urbe. El vestuario indica la situación socioeconómica de los protagonistas. Valeria viste trajes caros. Octavio tiene ropa más simple y común. Por otro lado, el Chivo viste ropa rota y sucia. Sus trabajos también los diferencian socialmente. Valeria es una famosa modelo con importancia en los medios masivos. Octavio participa en las peleas callejeras de perros y consume los medios masivos de los que Valeria es parte. El Chivo, por otro lado, asesina personas por dinero. Aunque Octavio y el Chivo consiguen dinero ilegalmente, sus participaciones son diferentes. Octavio no necesita asesinar a nadie, su perro se encargará de hacerlo. Las localizaciones también expresan la situación social de los personajes. El Chivo vive en un barrio pobre, viejo, inseguro y sucio. Octavio vive en una casa pequeña, familiar y desordenada. Valeria, por otro lado, vive en un departamento lujoso y recién construido. Los tres personajes pertenecen a diferentes clases sociales. No es sorprendente entonces que no se conozcan. No se ven igual, no tienen trabajos parecidos y viven en lugares distintos.  Los protagonistas no se relacionan pero sí se unen en el accidente automovilístico. La película expresa de esta manera la situación social en la urbe mexicana, donde las clases sociales, aunque separadas, se relacionan únicamente en la calle. La película logra totalizar a través de las localizaciones, el vestuario y la selección de los trabajos de cada personaje, las diferencias sociales en la urbe mexicana y cómo estas se relacionan.

Imagen y edición

Uno de los temas más importantes es la violencia en la urbe. Esta no se refleja únicamente en el contenido, sino también en la forma de mostrarlo. La imagen es inestable, saturada y de tonos grises. La cámara exagera el contenido violento y muestra heridas abiertas, cuerpos muertos de perros siendo arrastrados y asesinatos al aire libre. La edición es fragmentada, por lo que la narración no tiene un orden cronológico y confunde al espectador. Desde la primera escena, el público es introducido a un estilo sucio, desordenado y violento, que refleja el contenido mostrado. La película totaliza la violencia en la urbe mexicana al no sólo mostrar situaciones de agresión, sino también al reflejar esta violencia en los recursos de la imagen. De esta manera, no solo presenta, sino también abarca la realidad violenta de la urbe en un nivel estético.

Música

http://cineonline.fotogramas.es/d/amores_perros
Gael García Bernal en "Amores Perros"
Por último, la música tiene un papel muy importante en la película. Alejandro González Iñárritu ha expresado en varias ocasiones que la música ha tenido más influencia en él como artista que las películas.[1]  Esta emplea varios géneros musicales, como el rap, la cumbia, el hip-hop, el rock y la salsa. Aunque estos géneros se diferencien, se trata de música urbana que acelera el ritmo de la película y se relaciona eficazmente con la fragmentación en la edición. Además, la letra de las canciones logra representar los sentimientos y las situaciones que experimentan los protagonistas. Por ejemplo, en la canción “Lucha de gigantes” de Nacha Pop, el título hace una referencia a la violencia. También evidencia la grandeza y el poder de la urbe en relación a sus ciudadanos: “En un mundo descomunal/ Siento tu fragilidad”. La canción “De perros amores” también expresa la situación por la que están pasando los protagonistas: “Duele la realidad duele/ La fantasía solo se queda en los sueños”. Las ideas y planes futuros de los protagonistas como escapar con Susana, ser una modelo famosa y hacer del mundo un mejor lugar se verán detenidos por la realidad. Además de la fotografía, la música manifiesta de esta manera los sentimientos y las situaciones de los protagonistas.

En conclusión, la película emplea los recursos como fotografía, música, edición, vestuario y actuación eficazmente para contar 3 historias que juntas configuran una representación totalizante de la urbe mexicana. Se trata de una película altamente recomendada por su contenido y por cómo lo muestra. La película, debido a su estilo rápido y fragmentado, capta rápidamente la atención del espectador que se mantiene interesado durante las 2 horas de duración. No sorprende por esto que años más tarde la última película del director ganara el Óscar a mejor dirección, mejor guión original y mejor película.

Bibliografía:



  • Harss, L. (1966). Los nuestros (Primera edición ed.). España: Sudamericana.
  • IMDb. (1990-2016). IMDb. Recuperado el 3 de Noviembre de 2015, de IMDb: http://www.imdb.com/name/nm0327944/bio?ref_=nm_ov_bio_sm

Fuentes de imágenes:




[1] IMDb. (1990-2016). IMDb. Recuperado el 3 de Noviembre de 2015, de IMDb: http://www.imdb.com/name/nm0327944/bio?ref_=nm_ov_bio_sm

martes, 26 de enero de 2016

El conflicto existencialista del individuo en "Conversación en La Catedral"

Escrito por: Nicolas León (2014)
Corregido por: Paco Solís Fúster y Pilar Cantella de León
https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjtpeckCT0dOG7BB5N6eNOS2OZVHkw12W0igeeK6dMJUHU1dFEbcNl52VeklVEWkIr4ogEEAyRx-BIf2hCsXErL24dsmLPmhtarfzVQG5o8ZxW2a99uBC5_Ig5ZwqCpR78XdinrFprsbXNC/s1600/Conversacion_en_LaCatedral.jpg
Portada de la edición del año 2001 (Peisa)
La novela total "Conversación en La Catedral"[1] escrita por el Nobel peruano Mario Vargas Llosa, uno de los autores del Boom de la narrativa latinoamericana tiene un estilo realista urbano. La obra, publicada en el año 1969, cuenta la conversación entre Santiago Zavala, hijo de un adinerado empresario, y Ambrosio Pardo, chofer de su padre. En este largo diálogo se narran además diferentes historias de otros personajes relacionados al amor, el sexo, el poder, la corrupción y la política en el Perú durante el ochenio del dictador Manuel A. Odría; en los que se evidencian conflictos y enfrentamientos personales. Uno de estos enfrentamientos es el conflicto existencialista del individuo.[2]
Vargas Llosa nos adelanta desde la dedicatoria a Luis Loayza y Abelardo Oquendo que la filosofía existencialista de Jean-Paul Sartre tendrá un papel importante en la novela: « [...] con todo el cariño del sartrecillo valiente, su hermano de entonces y de todavía» (Vargas Llosa, 2007). El existencialismo sartreano expone: « [...] si Dios no existe [...] la existencia precede a la esencia » (Aymard Sartre, 1984) Sartre define con “existencia” a los seres humanos, como individuos conscientes, libres, independientes y responsables que mediante sus actos proyectan una “esencia”, es decir un rol, estereotipo o definición. Los actos reflejan la “verdadera existencia” (Aymard Sartre, 1984) y definen quién se es y qué significado tendrá su vida. Sartre opinaba además que “el hombre es el único que no sólo es tal como se concibe, sino tal como él se quiere [...]. El hombre no es otra cosa que lo que él se hace.” (Aymard Sartre, 1984) El conflicto existencialista se evidencia cuando el individuo está descontento e infeliz con su rol o cuando el estereotipo define la “existencia” (y no lo inverso). Este conflicto también se da cuando la responsabilidad angustia al individuo. Estos conflictos se expresan, evidencian y desarrollan en diferentes personajes de la novela.

Santiago Zavala

Uno de los personajes más conflictivos es Santiago Zavala. En un primer nivel, el conflicto existencialista del personaje radica en “no poder pasar directamente del pensamiento a la acción” (Miguel Oviedo, 1982). Santiago no proyecta conscientemente en sus actos un rol que él desee o busque, sino son sus roles los que definirán sus actos: « -¿No está contento con su matrimonio? -dice Ambrosio. […]-Sí estoy -dice Santiago-. Lo que pasa es que ni eso lo decidí realmente yo. Se me impuso solo, como el trabajo, como todas las cosas que me han pasado. No las he hecho por mí. Ellas me hicieron a mí, más bien. » (Vargas Llosa, 2007). Santiago no logra escapar de la inacción. Las proyecciones de otros determinarán sus deseos. Él no obedece sus ideas, sino las de los demás. Sin embargo el conflicto de “Zavalita” (Vargas Llosa, 2007) no radica sólo en su inactividad. Él no está seguro de lo que quiere, sólo de lo que no desea para su vida: «Porque gracias a San Marcos no fui un alumno modelo, ni un hijo modelo ni un abogado modelo, Ambrosio» (Vargas Llosa, 2007). A partir del polisíndeton, Santiago evidencia su oposición a los roles que su padre le quiere asignar (hijo de un empresario, buen alumno y gran hijo). Él tratará de resistirse al propósito de su padre. Pero Santiago Zavala no procura un rol o definición por voluntad propia, por lo que no podrá sentirse conforme o satisfecho con los roles que tiene. Él se sentirá frustrado, porque aunque sabe lo que no quiere, no sabe lo que desea: «-No soy brillante, no soy estudioso, no repitas a mi papá, tío -dijo Santiago-. La verdad es que estoy desorientado. Sé lo que no quiero ser, pero no lo que me gustaría ser. Y no quiero ser abogado, ni rico, ni importante, tío. No quiero ser a los cincuenta años lo que es mi papá, lo que son los amigos de mi papá. ¿Ves, tío? » (Vargas Llosa, 2007). Durante los primeros meses conviviendo con Ana, se cuenta: « ¿[…] habías sido feliz, Zavalita? […] Piensa: a lo mejor habías sido, Zavalita» (Vargas Llosa, 2007). El narrador en segunda persona refuerza el cuestionamiento de Santiago Zavala sobre su felicidad y evidencia que no está convencido si es feliz verdaderamente. Carlitos responderá por qué su amigo está disconforme con su vida: « […] Debiste dedicarte a la literatura […], Zavalita.» (Vargas Llosa, 2007). Santiago fracasa porque no logra proyectar lo que verdaderamente quiere. Él sólo sabe que lo que no desea en su vida e intenta alejarse de aquello, pero no busca lo que desea proyectar. Él no se atreve a desafiar los roles que otros le imponen, porque no se atreve a proyectar en sus actos un rol que él busque.

El conflicto existencialista de Zavalita es aún más agudo y recóndito. Zavalita piensa que para escapar y separarse de su condición burguesa, debe casarse con Ana, una mujer de una clase social inferior a la suya, estudiar en San Marcos: «-A mis viejos eso les importa un pito -dijo Santiago-. San Marcos no les gusta porque hay cholos […]» (Vargas Llosa, 2007) y trabajar en “La Crónica”. Sin embargo, él fracasa en alejarse de su origen burgués. Aunque intenta distanciarse de sus roles sociales heredados, él “era […], será [y] morirá [como] un pequeño burgués.» (Vargas Llosa, 2007). Meses después de la boda con Ana, se cuenta: «y un día empezaron a hacerle bromas: te volvías serio Zavalita, te aburguesabas Zavalita» (Vargas Llosa, 2007). Aunque Santiago Zavala haya intentado (Libro I) alejarse de sus orígenes burgueses, proyecta un rol aburguesado, mientras más intenta distanciarse de este. El intento por alejarse de un rol, derivará en la recurrencia del mismo. Santiago no puede pasar de las ideas a la acción, y de esta manera no puede proyectarse.[3] Al intentar alejarse de un rol, eventualmente recurrirá al mismo. Su conflicto existencialista lo hace un hombre disconforme, infeliz y mediocre que no sabe lo que quiere ni logra lo que se propone.

Ambrosio Pardo

Otro personaje con un conflicto existencialista es Ambrosio Pardo. Durante una conversación en el burdel, Queta le dice a Ambrosio: «-Tenías miedo porque eres un servil -dijo Queta con asco-. Porque él es blanco y tú no, porque él es rico y tú no. Porque estás acostumbrado a que hagan contigo lo que quieran» (Vargas Llosa, 2007). Queta se enfrenta a Ambrosio y evidencia su conflicto existencialista. Ambrosio se deja “objetivizar” (Aymard Sartre, 1984), es decir deja que su rol y estereotipo definan y equivalgan a su existencia. Aunque a Ambrosio le disguste tener relaciones homosexuales con Don Fermín, él no se niega: «-Pienso en lo que va a pasar cuando lleguemos a Ancón y me siento mal -se quejó Ambrosio y Queta lo vio tocarse el estómago-. Mal aquí, me comienza a dar vueltas. Me da miedo, me da pena, me da cólera. Pienso ojalá que hoy sólo conversemos» (Vargas Llosa, 2007). La libertad e independencia de Ambrosio se ve suprimida frente a su rol dentro de la sociedad. Ambrosio sigue las órdenes de su jefe, aunque les disgusten. No se opone a estas y más bien intenta conciliarse en la idea que Don Fermín es un buen hombre que procura su bienestar: «-Me gusta ser su chofer -dijo Ambrosio-. Tengo mi cuarto, gano más que antes, y todos me tratan con consideración. […]-Usted sólo le conoce una cara, por eso está tan equivocada con él -dijo Ambrosio-. Tiene otra. No es un déspota. Es bueno, un señor. Hace que uno sienta respeto por él.»¹. A partir del clímax y la enumeración: “Tengo mi cuarto, gano más que antes, y todos me tratan con consideración.” (Vargas Llosa, 2007), se evidencia la dependencia de Ambrosio con Don Fermín. Él necesita de su rol (esencia) como chofer, para poder tener una vida mejor. Esta vida mejor sin embargo estará despojada de libertad e independencia, es decir de una existencia real.

Don Fermín

Vargas Llosa en el bar que dio origen a la novela
Por último, otro personaje en conflicto consigo mismo es Don Fermín, padre de Santiago Zavala. Sobre la responsabilidad y la angustia. Jean-Paul Sartre escribió que “[…] el hombre que se compromete […] se da cuenta de que [al tomar una decisión] elige a la humanidad en su totalidad [y] no puede escapar de [la] total responsabilidad [de sus elecciones].” (Aymard Sartre, 1984) Este hombre siente una angustia “que conocen todos los que han tenido responsabilidades”. (Aymard Sartre, 1984) Don Fermín experimenta esta misma angustia. En la conversación con Queta, Ambrosio comenta: «-Se pone a hablar de sus cosas, de las preocupaciones que tiene -murmuró Ambrosio-. Tomando, tomando. Yo también. Y todo el tiempo veo en su cara que algo se lo está comiendo, que le está mordiendo. […] Le sale todo lo que le preocupa, sus negocios, la política, sus hijos. Habla, habla y yo sé lo que le está pasando por adentro. […]» (Vargas Llosa, 2007). A Don Fermín le angustia sus responsabilidades como líder de una familia importante, como empresario, y como senador. La responsabilidad del padre de “Zavalita” es totalizante y por lo tanto frustrante. Él es consciente y preso de sus responsabilidades personales, familiares, empresaliares y políticas. La relación homosexual con Ambrosio, sólo empeora las cosas. Don Fermín siente “vergüenza” y tiene “miedo de que vayan a saber” (Vargas Llosa, 2007).

En conclusión, la novela realista urbana “Conversación en La Catedral” presenta a personajes atrapados entre su esencia y existencia; aspectos de la filosofía existencialista sartreana. Estos personajes evidencian el conflicto existencialista del individuo en la disconformidad con los roles, el conflicto entre la acción y el pensamiento, la pérdida de la autonomía y la libertad por un estereotipo totalizador y la angustia de la responsabilidad consciente. Los recursos literarios de Vargas Llosa refuerzan esta frustración y disconformidad, a la vez que embellecen el texto. En la novela distópica “1984”, George Orwell escribió: «The best books... are those that tell you what you know already» (Orwell, 1984): “Los mejores libros… son aquellos que te dicen lo que ya sabes”. La novela de Mario Vargas Llosa trasciende porque cuenta de una forma fácil y entretenida conflictos existencialistas que se viven todos los días. El Nobel peruano narra algo que ya sabemos y sorprende al lector al mismo tiempo.

Bibliografía

Aymard Sartre, J.-P. (1984). El existencialismo es un humanismo. México: Ediciones Orbis.
Miguel Oviedo, J. (1982). Mario Vargas Llosa: la invención de una realidad. España: Seix Barral.
Orwell, G. (1984). 1984. Inglaterra: Penguin Books.
Vargas Llosa, M. (2007). Conversación en la Catedral. España: Peisa.


Imágenes




[1]Vargas Llosa, M. (2007). Conversación en la Catedral. España: Peisa.
[2] Aymard Sartre, J.-P. (1984). El existencialismo es un humanismo. México: Ediciones Orbis.
[3] Miguel Oviedo, J. (1982). Mario Vargas Llosa: la invención de una realidad. España: Seix Barral.

lunes, 16 de marzo de 2015

El poder y la inmoralidad en "La ciudad y los perros"

La novela "La ciudad y los perros", escrita por el nobel peruano Mario Vargas Llosa, publicada en el año 1962 y perteneciente al boom de la narrativa latinoamericana, cuenta sobre los cadetes del colegio militar "Leoncio Prado" en la década del '50.

Fuente: http://bit.ly/1MHt3hl
La novela describe a la sociedad peruana como una sociedad cínica, racista y especialmente violenta, donde la moral es más frágil cuando se sube de rango en la jerarquía militar.

En el ensayo "La moral de los cínicos", Mario Vargas Llosa explica la existencia de dos morales en el hombre: convicción y responsabilidad. En la moral de convicción el hombre haría y diría todo lo que quiere sin límites ni control. La moral de responsabilidad exigiría por el otro lado considerar las consecuencias antes de actuar. En la novela se aprecian ambas morales y cómo éstas cambian cuando se asciende en la jerarquía militar.

En las páginas 335 y 336 el capitán Garrido le pregunta al teniente Gamboa si "ha pensado [en] las consecuencias" (de sus actos). El teniente le responde que "sí [y que ] puede ser grave". Al preguntarle el capitán Garrido al teniente Gamboa si no le preocupa que el  asesinato del "esclavo" lo perjudique cuando tenga que subir de rango, el teniente le responde: "Haré todo lo posible, por conseguir ese balón [...]. Pero si hay algo que he aprendido en la Escuela Militar, es la importancia de la disciplina. [...] Creo que es mi obligación descubrir lo que hay de cierto en toda esa historia".

El teniente Gamboa actúa por convicción, haciendo y diciendo lo que él cree correcto y verdadero. Gamboa piensa además que será lo mejor para todos, ya que traerá "disciplina [y] orden" al país. A diferencia de él, el capitán Garrido (su superior) actúa bajo una moral de responsabilidad, cuestionándose más sobre las consecuencias en su vida militar.

Fuente: http://bit.ly/1xa5D2u
Sobre el asesinato y sus consecuencias, comenta el coronel (en la página 275): "Y con mucha prudencia: no debe trascender una palabra de este asunto. Está en juego el prestigio del colegio e incluso del Ejército". Al igual que el capitán Garrido, el coronel reflexiona sobre las consecuencias de sus actos y aunque estos conflictúen con una ética superior (al esconder la verdad) buscan el bien mayor (del colegio y del Ejército) y no su bien individualista y/o moral consigo mismo.

Al final de la obra, cuando Gamboa recibe un papel firmado por el "Jaguar" donde él acepta la culpa en el asesinato del "esclavo", el teniente Gamboa le dice: "No estoy dispuesto a perder más tiempo con usted. No me interesan sus ideas sobre la lealtad y la venganza" (P.421). Gamboa había recibido anteriormente un telegrama que confirmaba el nacimiento de su primogénito. El teniente Gamboa ya no tiene una moral de convicción. Él ahora se preocupa más sobre las consecuencias de sus actos y decisiones, dejando de lado al idealismo. El teniente Gamboa ahora se parece más al capitán y al teniente. Él ya está listo para recibir el balón y subir de rango. El teniente Gamboa prioriza las consecuencias que podrían traer aceptar la nota en relación a su primogénito antes que a la ética.

Se interpreta así que el ascenso en los rangos militares, conlleva no una pérdida de moral (según Mario Vargas Llosa), sino un cambio de una moral de convicción a una moral de responsabilidad, donde las consecuencias son más importantes.

En conclusión, la novela retrata de forma realista los cambios de la moral en los militares cuando ascienden de rango y retrata una ideología y pensamiento vargas-llosano sobre el comportamiento y la moral de los militares en el Perú de la década del '50.

martes, 19 de agosto de 2014

La metaficción en "Contarlo Todo"


La novela de aprendizaje "Contarlo Todo", escrita por Jeremías Gamboa y publicada en el año 2013, narra las experiencias de un joven limeño desde sus estudios universitarios, como becario y procedente de una familia de clase baja, hasta el día en que cumple su sueño de escribir una novela.


Para poder "contarlo todo", el autor crea una ficción que forma parte de la realidad (metaficción)  y cuenta así la autobiografía del narrador ficcional, como si fuera real. Uno de los recursoso empleados con este fin son los diferente narradores.

En la pág. 501 se lee: "[...] y el inicio de este libro". Con "este libro", el narrador se refiere a la novela que el lector tiene en manos. Más tarde complementa: "[...] el final de una vida real y el inicio de una escrita", para afirmar que la novela es una ficción, ya que a diferencia de la real, esta es "escrita". De esta forma el narrador logra advertir que no se trata de una autobiografía, sino de una ficción muy parecida a una.

El narrador demuestra así también que sabe de la existencia real del libro en manos del lector y que su historia es ficticia. Se interpreta que el narrador puede observar y manipular el resultado (sueño cumplido) de la historia anteriormente narrada. Este narrador omnisciente se encuentra además entre lo que se lee y lo que se escribe. Él puede decidir qué contar a la vez que sabe qué se puede leer y aprender. Este recurso se utiliza también en el "Don Quijote [...]" de Cervantes.

El autor usa también a otro narrador (en 1era persona) que sabe también de la existencia de un libro, pero diferente a la que tiene el lector en las manos (como Cervantes en la II. parte de "Don Quijote [...]"). En el primer capítulo de la primera parte se lee: "[...] esto es, al fin, el incio de algo o de todo, la llegada [...] para contarlo todo." Este narrador en 1era persona  se refiere de esta manera al momento en el que comienza a escribir su novela, pero se diferencia del omnisciente en su comprensión de la realidad y la ficción. Él no sabe de la realización final del libro, sino tan solo de su inicio.


Más tarde agrega: "[...] y que se narra a sí mismo. A pesar de mí". El protagonista connota así que hay una fuerza mayor a él que lo lleva a contar su historia hasta el punto donde (esta vez en 3era persona) vuelve al inicio y recuerda cómo comenzó a contar su historia. Sin embargo, el narrador para este punto dejó de estar en 1era persona y usa la 3era para contar cómo el primer narrador comienza a contar la historia en el primer capítulo. ("De pronto impulsado por un mecanismo automático, Gabriel [...] abrió un documento Word [...] y le pareció que en aquellas líneas cifraba una esperanza"). En ambos casos se ve cómo una fuerza (Pág. 502- "impulsado"; Pág. 16- "a pesar de mí") lleva al narrador a contar su historia, cerrando así el ciclo narrativo de la ficción del incio y fin de la novela. El narrador en 3era persona confirma de esta forma además que el narrador en 1era persona logra finalizar el libro, cumpliendo su sueño.


Sin embargo, aunque ambos narradores cuentan una misma historia, la información que ambos poseen, es diferente. El primer narrador sabe sobre la existencia de un libro que (como nos cuenta el narrador en 3era) se titula "El día de contarlo todo". Este libro es a la vez parte de una novela mayor: "Contarlo Todo", sobre el que el narrador en 3era persona conoce ("[...] y el inicio de este libro"). De esta forma se crea una caja china, en la que dentro de la novela "Contarlo Todo" se conoce y cuenta otra novela: "El día de contarlo Todo"; a partir de diferentes narradores, aunque ambos cuenten la misma historia


La primera novela del novato escritor Jeremías Gamboa usa los recursos (narradores varios, metaficción complementaria) que conoce para contar lo que quiere contar eficazmente. Esto aunque no es una novedad y no marca el inicio de un nuevo boom de la literatura latinoamericana (como la publicidad quiso falsamente hacer creer), demuestra que el autor logra narrar bien una historia. Habrá que prestar atención qué propuestas literarias trae este joven escritor. Esperemos que sean gratas.

                                                                                                                                                         
Fuentes: http://cdn1.upc.edu.pe/sites/default/files/news/file/jeremias.1.jpg;
http://images.megustaleer.com/libros_244/GM27217.jpg

viernes, 15 de agosto de 2014

El Quijote, Woody y la libertad mediante la ficción

La novela de aventuras "Don Quijote de la Mancha", escrita por Miguel de Cervantes Saavedra y publicado por primera vez en el año 1605, durante el Barroco y Siglo de oro españoles, trata temas como la locura por las novelas de caballerías y el juego entre la realidad y la ficción. Uno de los temas recurrentes es la libertad de acción y pensamiento que ofrece la ficción literaria.

En el Quijote


Don Quijote puede trasladarse desde la realidad a su ficción, cuando quiere. Esto le permite ser libre de pensamiento y acto, al no tener que seguir reglas o éticas preestablecidas. Él dice en una ocasión: "No esperaba yo menos de la gran magnificencia vuestra, señor mío". Don Quijote cambia así en su imaginación al ventero (vendedor) en un rey al que debe agradecer por hacerlo caballero. Se transporta de esta manera a su mundo de ficción, donde puede ser libre y, hacer y decir lo que quiera sin seguir ninguna norma o convención, ya que, aunque el ventero lo tilda de "loco", no interrumpe su actuar y lo deja seguir. Don Quijote logra mediante el cambio de realidad a ficción, no solo transformar su realidad, sino la de los demás. 

Más tarde ocurre algo parecido. Cuando un hombre llega "a quitar las armas para desembozar la pila" (quitar las armas y ordenar la granja). Pero "sin hablar don Quijote y sin pedir favor a nadie soltó otra vez la adarga [...] e hizo más de tres la cabeza del segundo arriero". Aquí se refiere la libertad de acción que tiene el Quijote al ingresar a su realidad ficcional. Él golpea al arriero, pero "sin pedir favor a nadie". Don Quijote no tiene que disculparse ni pedir permiso, porque en su realidad ficcional, él tiene el control y la libertad que no poseen los otros. Esto se nota más tarde en la siguiente cita: "[...] comenzaron desde lejos a llover piedras [...]" sobre el Quijote. El ventero da entonces  voces que le dejasen, porque ya le habían dicho "como era de loco". Aunque los arrieros quieran vengar a su amigo, no podrán, ya que en la realidad no-ficcional es éticamente incorrecto golpear y/o molestar a un "loco", por el simple hecho de estar fuera de sus cabales. Ellos no podrán ser libres a diferencia del Quijote, debido a las normas sociales.

Se interpreta así que en la realidad no-ficcional, las varias civilizaciones han creado a lo largo de la historia normas y reglas, que todos deben seguir, pero que no permiten a los individuos libertad total, ya que está encerrada por estas normas, que lo controlan.

En Woody


Una cena con Hemingway... ¿Por qúe no?
En la película de Woody Allen "Medianoche en París" del año 2011, se aprecia también el tema de la libertad mediante la literatura y la ficción. El protagonista de la película es un guionista que puede (mediante un taxi a las 12pm en una calle de París) viajar en el tiempo hasta los años 20 que es su época preferida. Y siendo sinceros, ¿a quién no le gustaría trasladarse en el pasado y conversar con Buñuel o Dalí o boxear con Hemingway o tal vez discutir con Octavio Paz o de repente asistir a una fiesta con F. Scott Fitzgerald? Al igual que a nosotros, al protagonista le gustaría vivir en esa época y (a diferencia de nosotros) lo logra. Cuando ingresa a esta realidad ficcional, él es libre de actuar y decir lo que quiera. Él se siente además así feliz. El protagonista puede al igual que el Quijote ser libre y feliz mediante su realidad ficcional. Sin embargo en la realidad no-ficcional, debe seguir con los planes de boda que tiene y que realmente prefiere no hacerlo. Otra vez las normas y convenciones sociales, no le permiten ser libre. Ambos protagonistas (de "Don Quijote [...]" y de "Medianoche en París") son libres en la realidad ficcional, de hacer lo que quieren y como quieran, y en el caso del Quijote cuando quiera. 

En conclusión, en las dos obras, el tema de la realidad deseada y auténticamente libre cumple un rol importante al mostrar que en la realidad no-ficcional (o tal vez la realidad "real") uno no es totalmente libre, ya que se rige por reglas sociales establecidas. 

                                                                                                                                                    
Fuentes: http://cineopsis.com/wp-content/uploads/2011/09/mn6.jpg;
http://revistatarantula.com/wp-content/uploads/2013/06/Don-Quijote-7.jpg

El adulto de inicios del S.XX en "El Principito"

La novela corta "El Principito", escrita por Antoine de Saint-Exupéry al inicio de la segunda guerra mundial, trata temas como el amor, la amistad y el respeto. Uno de los aspectos más interesantes de la obra es la representación del adulto como un ser sin imaginación y controladora.

Para poder representarlo claramente, el autor usa a un narrador en 1era persona, que se distingue de los otros adultos, al él sí ser imaginativo y creativo. Él comenta que su experiencia con los adultos ha siempre sido la de un niño que actúa entre ellos: "Pero siempre me respondían: -Es un sombrero-. Entonces no le hablaba ni de serpientes boas, ni de bosques vírgenes, ni de estrellas. Me colocaba a su alcance. Le hablaba de bridge, de golf, de política y de corbatas. Y la persona grande se quedaba muy satisfecha de haber conocido hombre tan razonable". Se connota así, que el narrador se siente lejano al mundo de los adultos promedios y tan solo actúa para que lo entiendan ("Me colocaba a su alcance"). Más tarde agrega que su opinión respecto a los adultos no ha "mejorado excesivamente". 

El narrador piensa además que los adultos han dejado de imaginar- Él dice: "[...] a fin que las personas grandes pudiesen comprender. Siempre necesitan explicaciones [...]". Con esto, el narrador protagonista nos aclara que el adulto en su recuerdo de niño, necesita constantemente de explicaciones para poder entender a lo que se refiere. Se interpreta así que los adultos del S.XX han dejado de imaginar y creer, y ahora se rigen por lo obvio, visible o factible. Es interesante además que durante esta epóca apareció la corriente filosófica del Positivismo como corriente predominante. Esta buscaba estudiar y entender todo, basándose en datos visibles y factibles. Esta corriente elimina por ejemplo el alma como objeto de estudio en la Psicología. 


Es interesante además la comparación que hace el narrador entre los adultos y los niños: "Las personas grandes nunca comprenden nada por sí solas y es cansador para los niños tener que darles siempre y siempre explicaciones". El narrador distorsiona la idea global de que los niños exigen las explicaciones a los adultos, para poder hacer reflexionar sobre quién es en verdad el que tiene las respuestas. Más tarde agrega: "Debí elegir otro oficio y aprendí a pilotear aviones". El narrador hace referencia a su deshechado deseo de volverse pintor. Él se ve obligado a hacerlo, ya que los adultos no entienden sus dibujos y necesitan de expliaciones para entenderlos. El protagonista nos da a entender que en el S.XX los niños deben dejar sus pasiones y posibles oficios, ya que los adultos no pueden entenderlos y deben "colocarse a su nivel", volviéndose así otros adultos promedios, y haciendo lo mismo en eun círculo vicioso.
Los adultos del S.XX no permitían ideas que ellos no aceptaran y cambian hasta a los niños. Esto se relaciona mucho con el incio de la guerra, que fue la imposición de una nación como la mejor (Nacionalismo) y la prohibición de otras naciones que fueran enemigas al no entenderse mutuamente. 


En conclusión, la representación de Saint-Exupéry es muy acertada al explicar varios aspectos del hombre del S.XX: incrédulo, no creativo e incomprensible. De esta forma logra además mostrar el pensamiento nacionalista de inicios de la segunda guerra mundial.

                                                                                                                                
Fuentes: http://revistatarantula.com/wp-content/uploads/2013/06/Don-Quijote-7.jpg; 
http://www.jovenjuglar.com/wp-content/uploads/boa-elefante.jpg

jueves, 14 de agosto de 2014

La mujer de finales del S.XIX e inicios del S.XX en "Casa de muñecas"

El autor presenta a la protagonista (Nora) en dos facetas diferentes durante la obra. Ibsen usa como punto de quiebre, el conflicto entre ella y Krogstad (personaje secundario de la obra). Este conflicto ocurre cuando Krogstad busca a Nora para que ella interceda con su esposo y él no pierda su trabajo en el banco donde Torvaldo (esposo de Nora) será promovido a director general.

La obra dramática moderna "Casa de muñecas", escrita por Henrik Ibsen, trata temas como la búsqueda de libertades y derechos femeninos, la función de la mujer en el matrimonio, y la búsqueda de la identidad propia de las mujeres. 

Uno de los temas más importantes de la obra es la situación de la mujer a finales del S.XIX como una persona frágil, dependiente y tonta, que busca descubrirse a si misma, lograr su independencia y volverse una mujer fuerte, luchadora e inteligente.

Primera faceta

En una primera faceta, Nora se presenta como una persona feliz despreocupada, contenta con su vida limitada y buena situación económica. Se le ve entonces jugando, cantando y bailando en la casa como si fuera una niña más. Ella busca complacer a su esposo, al ser cariñosa con él y al seguir sus órdenes. Tal es el caso cuando Torvaldo le exige que prepare un baile para una reunión social. Nora acepta y se deja tratar con nombres de animales en diminutivo, en especial "ardillita". Torvaldo parece disfrutarlo, denotando así que él no tiene respeto por Nora y la trata como una mascota, a la que puede manipular como quiera. 

Segunda faceta

Pero Nora cambia totalmente frente al conflicto que se le presenta. En la segunda faceta, ella se muestra más preocupada, molesta y aconjonada por la situación. Ella aparenta estar también más prepotente frente al problema y su solución. Nora sigue complaciendo a su esposo, pero demuestra a la vez disconformidad, molestia y comienza a discutir por ello. Esto se refleja, cuando Nora y Torvaldo regresan de la fiesta y ella se molesta por haberse retirado antes. Se nota que Nora es ahora una persona luchadora, fuerte y que ya no se quiere dejarse manipular, sino más bien rebelarse. Ella además comienza a buscar soluciones a los problemas sola. Esto se aprecia cuando le pide a Cristina (una amiga suya) que interceda con Krogstad. Nora se ha vuelto una persona fuerte que está decidida a hacerse cargo de los problemas que se le presenten. 

Más tarde, antes de finalizar la obra, Nora después de una prolongada discusión con su esposo, decide estar lista para salir de la casa y vivir de manera independiente para "educarse a si misma y a su hijo". Así connota que Nora quiere buscarse a si misma, al igual que la mujer de finales del S.XIX e inicios del S.XX.

En conclusión, el autor busca representar mediante la transformación de Nora, la situación y el pensar de la mujer de su época. Ella primero se rige a los roles y las características de su sociedad, pero luego cambia y se muestra descontenta ante estos roles, buscando derechos e igualdad y descubriendo que en ella está la fuerza para cambiarlo.

                                                                                                                                                          
Fuentes: https://www.facebook.com/laplazaisil?fref=photo