La novela de aventuras "Don Quijote de la Mancha",
escrita por Miguel de Cervantes Saavedra y publicado por primera vez en el año
1605, durante el Barroco y Siglo de oro españoles, trata temas como la locura
por las novelas de caballerías y el juego entre la realidad y la ficción. Uno
de los temas recurrentes es la libertad de acción y pensamiento que ofrece la
ficción literaria.
En el Quijote
Más tarde ocurre algo parecido. Cuando un
hombre llega "a quitar las armas para desembozar la pila" (quitar las
armas y ordenar la granja). Pero "sin hablar don Quijote y sin pedir favor
a nadie soltó otra vez la adarga [...] e hizo más de tres la cabeza del segundo
arriero". Aquí se refiere la libertad de acción que tiene el Quijote al
ingresar a su realidad ficcional. Él golpea al arriero, pero "sin pedir
favor a nadie". Don Quijote no tiene que disculparse ni pedir permiso,
porque en su realidad ficcional, él tiene el control y la libertad que no
poseen los otros. Esto se nota más tarde en la siguiente cita: "[...]
comenzaron desde lejos a llover piedras [...]" sobre el Quijote. El
ventero da entonces voces que le
dejasen, porque ya le habían dicho "como era de loco". Aunque los
arrieros quieran vengar a su amigo, no podrán, ya que en la realidad no-ficcional
es éticamente incorrecto golpear y/o molestar a un "loco", por el
simple hecho de estar fuera de sus cabales. Ellos no podrán ser libres a
diferencia del Quijote, debido a las normas sociales.
Se interpreta así que en la realidad no-ficcional,
las varias civilizaciones han creado a lo largo de la historia normas y reglas,
que todos deben seguir, pero que no permiten a los individuos libertad total,
ya que está encerrada por estas normas, que lo controlan.
En Woody
Una cena con Hemingway... ¿Por qúe no? |
En la película de Woody Allen "Medianoche en París" del
año 2011, se aprecia también el tema de la libertad mediante la literatura y la
ficción. El protagonista de la película es un guionista que puede (mediante un
taxi a las 12pm en una calle de París) viajar en el tiempo hasta los años 20
que es su época preferida. Y siendo sinceros, ¿a quién no le gustaría
trasladarse en el pasado y conversar con Buñuel o Dalí o boxear con Hemingway o
tal vez discutir con Octavio Paz o de repente asistir a una fiesta con F. Scott
Fitzgerald? Al igual que a nosotros, al protagonista le gustaría vivir en esa
época y (a diferencia de nosotros) lo logra. Cuando ingresa a esta realidad
ficcional, él es libre de actuar y decir lo que quiera. Él se siente además así
feliz. El protagonista puede al igual que el Quijote ser libre y feliz mediante
su realidad ficcional. Sin embargo en la realidad no-ficcional, debe seguir con
los planes de boda que tiene y que realmente prefiere no hacerlo. Otra vez las
normas y convenciones sociales, no le permiten ser libre. Ambos protagonistas
(de "Don Quijote [...]" y de "Medianoche en París") son
libres en la realidad ficcional, de hacer lo que quieren y como quieran, y en
el caso del Quijote cuando quiera.
En conclusión, en las dos obras, el tema
de la realidad deseada y auténticamente libre cumple un rol importante al
mostrar que en la realidad no-ficcional (o tal vez la realidad
"real") uno no es totalmente libre, ya que se rige por reglas
sociales establecidas.
Fuentes: http://cineopsis.com/wp-content/uploads/2011/09/mn6.jpg;
http://revistatarantula.com/wp-content/uploads/2013/06/Don-Quijote-7.jpg
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