Para poder representarlo claramente, el
autor usa a un narrador en 1era persona, que se distingue de los otros adultos,
al él sí ser imaginativo y creativo. Él comenta que su experiencia con los
adultos ha siempre sido la de un niño que actúa entre ellos: "Pero siempre
me respondían: -Es un sombrero-. Entonces no le hablaba ni de serpientes boas,
ni de bosques vírgenes, ni de estrellas. Me colocaba a su alcance. Le hablaba
de bridge, de golf, de política y de corbatas. Y la persona grande se quedaba muy
satisfecha de haber conocido hombre tan razonable". Se connota así, que el
narrador se siente lejano al mundo de los adultos promedios y tan solo actúa
para que lo entiendan ("Me colocaba a su alcance"). Más tarde agrega
que su opinión respecto a los adultos no ha "mejorado
excesivamente".
El narrador piensa además que los adultos
han dejado de imaginar- Él dice: "[...] a fin que las personas grandes
pudiesen comprender. Siempre necesitan explicaciones [...]". Con esto, el
narrador protagonista nos aclara que el adulto en su recuerdo de niño, necesita
constantemente de explicaciones para poder entender a lo que se refiere. Se
interpreta así que los adultos del S.XX han dejado de imaginar y creer, y ahora
se rigen por lo obvio, visible o factible. Es interesante además que durante
esta epóca apareció la corriente filosófica del Positivismo como corriente
predominante. Esta buscaba estudiar y entender todo, basándose en datos
visibles y factibles. Esta corriente elimina por ejemplo el alma como objeto de
estudio en la Psicología.
Es interesante además la
comparación que hace el narrador entre los adultos y los niños: "Las
personas grandes nunca comprenden nada por sí solas y es cansador para los
niños tener que darles siempre y siempre explicaciones". El narrador
distorsiona la idea global de que los niños exigen las explicaciones a los
adultos, para poder hacer reflexionar sobre quién es en verdad el que tiene las
respuestas. Más tarde agrega: "Debí elegir otro oficio y aprendí a
pilotear aviones". El narrador hace referencia a su deshechado deseo de
volverse pintor. Él se ve obligado a hacerlo, ya que los adultos no entienden
sus dibujos y necesitan de expliaciones para entenderlos. El protagonista nos
da a entender que en el S.XX los niños deben dejar sus pasiones y posibles
oficios, ya que los adultos no pueden entenderlos y deben "colocarse a su
nivel", volviéndose así otros adultos promedios, y haciendo lo mismo en
eun círculo vicioso.
Los adultos del S.XX no permitían ideas
que ellos no aceptaran y cambian hasta a los niños. Esto se relaciona mucho con
el incio de la guerra, que fue la imposición de una nación como la mejor
(Nacionalismo) y la prohibición de otras naciones que fueran enemigas al no
entenderse mutuamente.
En conclusión, la representación de
Saint-Exupéry es muy acertada al explicar varios aspectos del hombre del S.XX:
incrédulo, no creativo e incomprensible. De esta forma logra además mostrar el
pensamiento nacionalista de inicios de la segunda guerra mundial.
Fuentes: http://revistatarantula.com/wp-content/uploads/2013/06/Don-Quijote-7.jpg;
http://www.jovenjuglar.com/wp-content/uploads/boa-elefante.jpg
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